domingo, 7 de octubre de 2018

Desmontando a Nietzsche


Ya hemos hablado de algunas de los errores que se encuentran en las teorías de Nietzsche, basadas en gran medida por un gran desconocimiento del Catolicismo y por haber recibido una educación protestante, que ya lo posicionó contra la iglesia católica y su historia desde niño sin tener otra opción, posición que siguió alimentando de adulto movido por una total falta de interés en todo lo que fuese cristiano debido al profundo resentimiento que le guardaba a su padre que era un pastor luterano, por ello jamás se interesó en informarse sobre el catolicismo y mucho menos de profundizar en él. Si se hubiese interesado por el catolicismo y lo hubiese estudiado con detenimiento, seguramente Nietzsche hubiese escrito obras de corte cristiano de gran calidad, a la altura de C.S. Lewis o Chesterton, puesto que lo cortés no quita lo valiente y aunque no se comulgue con su anticristianismo y otras tantas ideas suyas, hay que reconocer que en algunas de sus obras como Asi habló Zaratrusta se pueden encontrar planteamientos e ideas interesantes. El cristianismo protestante siempre ha atacado con vehemencia al catolicismo y está marcado por una tendencia judaizante desde sus inicios, dando una grandísima importancia al Antiguo Testamento. A su vez varias de sus ramas tienen un odio particular a San Pablo por considerarlo como el fundador de la Iglesia Católica, por ello Nietzsche tenía una visión tan manipulada y negativa sobre Pablo de Tarso y los comienzos de la Iglesia.
Nietzsche tenía una visión errónea y manipulada del Catolicismo, de ahí que hiciese críticas tan brutales contra unos supuestos valores cristianos que en realidad procedían del protestantismo y no del cristianismo, por eso escribió sobre la voluntad de poder, la inversión de valores o el übermensch, pero no creamos que al hacer estas críticas Nietzsche tenía razón o poseía la verdad, ni mucho menos, ya que al hacerlas siempre se dejaba guiar por un orgullo desmedido, una soberbia y una arrogancia sin parangón, y esos atributos no tienen nada de verdadero ni de razonable ni de bueno, ya que son atributos que llevan inequívocamente a hacer el mal, a ser egoísta y al individualismo más extremo, propio del nihilismo en el cual se basa en cierta manera el marxismo cultural que hoy predomina en Occidente y que tiene como único objetivo el satisfacer los deseos y los caprichos del individuo, por encima de todo, y por encima por supuesto de la ley natural, solo importa el hombre y éste ha de hacer lo que sea para satisfacer sus deseos mundanos por egoístas y malvados que sean. Nietzsche seguramente sin quererlo, fue una de las chispas que inició la decadencia moral que padecemos hoy, junto al relativismo moral.
Otro factor muy importante radica en la propia vida de Nietzsche que en gran parte de su etapa adulta fue un fracaso llena de desdichas y rechazos, así como su falta de moral, ya que se veía incapaz de controlar sus sentidos y específicamente su deseo sexual, era por ello por lo que realmente criticaba la moral cristiana, porque era incapaz de cumplirla y lejos de ser humilde y arrepentirse de sus errores (que le llevaron incluso a contagiarse con la sífilis que era como el sida de la época) e intentar mejorar, se enorgullecía de ellos y para justificarse desarrolló una serie de ideas que destilaban soberbia y vanidad, y que al fin y al cabo, si uno conoce la vida de Nietzsche y no ha abrazado la degeneración y la falta de moral hedonista propia del mundo moderno, se da cuenta bien pronto del fraude que suponen. Su razonamiento a grandes rasgos era el siguiente, - mi padre era un pastor cristiano luterano y mira como se lo pagó su Dios... además a mi me castiga con dolores físicos, así que me haré anticristiano! Aunque solo conozca el luteranismo y no tenga ni idea de catolicismo, me da igual, odiaré a todo cristianismo! No soy capaz de controlar mis sentidos y mucho menos mi deseo sexual, cual bestia, pero como yo soy especial es imposible que eso sea algo malo así que debe ser que tengo mi propia moral, que estoy por encima de los demás, debo ser un semidios... soy un ubermensch!... - En conclusión, su modus operandi era bastante inmaduro, vanidoso y soberbio. En consecuencia, su rechazo por todo lo cristiano por el resentimiento acumulado por la muerte temprana de su padre y el odio que tenía hacia su familia, los rechazos y desdichas que sufrió durante su vida, junto a la evidente falta de moral que predominaba en su vida, se fueron retroalimentando y con el tiempo su actitud anticristiana fue en aumento con el paso de los años, así como su amargura, acabando en demencia.
Por otro lado Nietzsche que se intenta identificar con lo fuerte y lo guerrero frente a lo débil y enfermizo, cae en una absoluta contradicción existencial, puesto que él precisamente es débil y enfermizo, siempre aquejado por sus dolencias, encerrado en su cuarto escribiendo como un ermitaño; hace lo mismo que los marxistas que critican a la burguesía por su opulencia pero luego se comportan como ellos disfrutando de todo tipo de lujos y privilegios, demostrando con ello en realidad tener un fuerte complejo y una actitud hipócrita. Nietzsche fue todo lo opuesto a lo que predicaba, fue un débil amargado que se dejó vencer por las desgracias que le fueron ocurriendo, su filosofía es en gran parte una pataleta.

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Friedrich Nietzsche

Nietzsche cada vez iba a peor debido a los achaques de la sífilis y a sus delirios filosóficos, acabó odiando a Wagner por su defensa de la moral, su “antisemitismo” y sus obras plagadas de motivos cristianos como Parsifal, acabó como un desgraciado infeliz y amargado, con una demencia que le alejó casi por completo de todo contacto humano, y que le llevó a escribir en sus últimos años Ecce homo y El Anticristo, que son sus obras más llenas de odio contra el cristianismo. Nietzsche a efectos reales fue un resentido casi toda su vida que acabó yéndose al otro mundo con un odio que no le cabía dentro, de ahí su amargura y su triste final. Este odio y resentimiento por la moral cristiana que erróneamente relaciona con la judía, le llevó a tergiversar gran parte de la doctrina y el mensaje de Jesucristo, como hemos visto en las citas bíblicas analizadas en la parte inicial del artículo. Analizando muy superficialmente el mensaje de Jesús lo identifica con la moral de esclavos, de los débiles, algo que está muy lejos de la realidad, mientras que confunde lo bueno, lo que llama la moral de los señores, con lo soberbio y extremadamente egoísta, con la falta de autodominio, adornándolo a su vez con la fuerza y el poder, con lo guerrero, para hacerlo atractivo. La antimoral dionisiaca de Nietzsche es cómoda y fácil de cumplir, puesto que da rienda suelta a las bajas pasiones del hombre y a sus ansias de autocomplacencia, que tanto protagonismo tienen en nuestra sociedad actual. En cambio la moral cristiana y de paganos virtuosos como Marco Aurelio o Aristóteles, es difícil de cumplir y más en los tiempos que corren, es dura y exigente, lo cual es una clara señal de su elevada nobleza.
Un detalle curioso y que nos dice mucho de Nietzsche es su actitud contradictoria respecto a los judíos, aunque Nietzsche atacó los principios del judaísmo, no era antisemita: en su obra sobre la Genealogía de la moral, condena explícitamente el antisemitismo y señala que su ataque al judaísmo no fue un ataque contra el pueblo judío contemporáneo, sino específicamente un ataque contra el antiguo. Así que no atacaba al sionismo internacional que ya había parecido en escena, ni a sus maniobras políticas que tanto daño estaban haciendo a Occidente (sus acciones quedaron descritas en los protocolos de los sabios de sion, libro del que no se puede poner en duda su veracidad, más que nada porque todo lo que narra se ha cumplido).
Un historiador judío que realizó un análisis estadístico de todo lo que Nietzsche escribió sobre los judíos afirma que las referencias cruzadas y el contexto dejan claro que casi todos (85%) los comentarios negativos son ataques a la doctrina cristiana o, sarcásticamente, a Richard Wagner [8].

Para acabar, uno no puede olvidarse de mencionar el gran odio que sentía por su propia tierra, es decir Alemania, y por todo lo alemán, llegando a renunciar a la nacionalidad alemana. Esto además quedó reflejado en los constantes ataques e insultos que le dedica en sus obras a los alemanes.
 

"Yo soy un aristócrata polaco pur sang (pura sangre), al que ni una sola gota de sangre mala se le ha mezclado, y menos que ninguna, la alemana." Ecce Homo, Nietzsche.


"En el fondo yo retorno una y otra vez a un pequeño número de franceses antiguos: creo únicamente en la cultura francesa y considero un malentendido todo lo demás que en Europa se considera "cultura", por no hablar de la cultura alemana. Los pocos casos de cultura elevada que yo he encontrado en Alemania eran todos de procedencia francesa." Ecce Homo, Nietzsche.



Como dato relevante en relación con sus muestras de cariño hacia el judaísmo actual y su rechazo al judaísmo antiguo (ley mosaica), es decir a los hebreos, nos preguntamos donde encajarían según su "moral de esclavos" atribuída a ellos, los belicosos y audaces Macabeos, que se alzaron en armas contra el Imperio Seléucida y vencieron contra todo pronóstico, estableciendo un reino de Israel independiente durante casi un siglo... judíos de la antigüedad que eran fuertes guerreros belicosos y orgullosos que se levantaron en armas para defender su fe... Que opinaría Nietzsche de esto?... Pues no lo sabemos pero alguna película se montaría para justificarlo seguramente. La filosofía y los analisis de Nietzsche tienen muchísimos errores y lagunas, sobretodo en referencia al cristianismo y al paganismo... Todo esto da que pensar...
¿Por qué después de muerto han encumbrado tanto a Nietzsche? ¿Habría sucedido lo mismo si no hubiese atacado con tanto odio al cristianismo y a Wagner? ¿Habría pasado lo mismo si no hubiese condenado el antisemitismo?... No lo sabemos con seguridad pero nos podemos hacer una idea ya que es evidente que sus constantes ataques a la civilización cristiana occidental y a la moral eran muy útiles para la agenda sionista y los planes de la masonería.


"La mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta." G. K. Chesterton



Caballero de Occidente