lunes, 25 de junio de 2018

Los deseos...

«Los deseos conducen a la permanente preocupación y decepción,
ya que todo lo que se desea de este mundo es miserable y corrupto.»

Marco Aurelio, Emperador Romano (121-180 d.c.).

jueves, 21 de junio de 2018

El pecado personal: ofensa a Dios, desobediencia a la ley divina

El pecado personal es un «acto, palabra o deseo contrario a la ley eterna». Esto significa que el pecado es un acto humano , puesto que requiere el concurso de la libertad, y se expresa en actos externos, palabras o actos internos. Además, este acto humano es malo , es decir, se opone a la ley eterna de Dios, que es la primera y suprema regla moral, fundamento de las demás. De modo más general, se puede decir que el pecado es cualquier acto humano opuesto a la norma moral, esto es, a la recta razón iluminada por al fe.
Se trata, por tanto, de una toma de posición negativa con respecto a Dios y, en contraste, un amor desordenado a nosotros mismos. Por eso, también se dice que el pecado es esencialmente aversio a Deo et conversio ad creaturas. La aversio no representa necesariamente un odio explícito o aversión, sino el alejamiento de Dios, consiguiente a la anteposición de un bien aparente o finito al bien supremo del hombre (conversio). San Agustín lo describe como «el amor de sí que llega hasta el desprecio de Dios». «Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cfr. Flp 2, 6-9)» (Catecismo, 1850).
El pecado es el único mal en sentido pleno. Los demás males (p. e. una enfermedad) en sí mismos no apartan de Dios, aunque ciertamente son privación de algún bien.

Fuente: Resúmenes de Fe Cristiana, de Jose Manuel Martín.

domingo, 17 de junio de 2018

La búsqueda del Santo Grial, la iniciación del caballero cristiano.

Resultado de imagen para la busqueda del santo grialEn La Búsqueda del Santo Grial, ciento cincuenta caballeros de la Mesa Redonda parten de Camelot dispuestos a superar todo tipo de peligros con tal de recuperar el cáliz llevado a Inglaterra por los descendientes de José de Arimatea y conservado en el castillo de Cobernic. De todos ellos, sin embargo, solo tres - Bors, Perceval y Galahad- conseguirán coronar la aventura, y de éstos sólo uno, Galahad, modelo de caballero cristiano en quien el ascetismo y la castidad se funden con la ayuda divina, llegará a conocer los secretos del Santo Grial. Galahad alcanza un nivel espiritual perfecto, digno de otro mundo, gracias a su vida intachable libre de pecado, a su devoción y a su conducta siempre recta durante las aventuras que va superando como caballero cristiano.

Otro de los caballeros más relevantes de la búsqueda es Lanzarote, un apuesto caballero de gran renombre, reconocido por todos como el mejor de los caballeros antes de la llegada de Perceval y Galahad. Lanzarote llega a ver el Grial, pero debido a su endurecimiento de corazón producido por el pecado, ni se da cuenta del valor que tiene lo que está viendo, su espíritu está encarcelado. Lanzarote se da cuenta de esto y sufre mucho, hasta que se encuentra con un monje con el cual se confiesa después de muchos años sin hacerlo y vuelve a encontrar a Dios.

La Búsqueda del Santo Grial es una obra literaria perteneciente al ciclo de leyendas artúricas conocido como el "ciclo de la Vulgata", llena de significado espiritual, de valores y lecciones para todo aquel que no está totalmente cegado por los antivalores de la sociedad postmoderna, es un imprescindible para los apasionados del medievo, de las órdenes de caballería y de la civilización cristiana.

martes, 12 de junio de 2018

En el mundo habrás de luchar

«Pero para ti, en el mundo está el campo de acción; en el mundo tienes que santificarte; en el mundo habrás de luchar hasta que la muerte destroce tu cuerpo para hacer posible su resurrección.
No entres en el mundo con miedo. Comienza tus dias con paso firme mirando al sol. No tengas miedo a la vida. Somos los amigos de la luz.
Nos preocupa el mundo y nada de él nos es despreciable. Ama a los hombres, ama a tu tierra, ama a tu cuerpo y tu juventud. Si ha de ser el compañero de tu alma ¿por qué olvidarlo?
Nada de cuanto ocurre en el mundo puede carecer de importancia para ti. El roce con el mundo te hará más hombre, te moldeará el carácter, te dará bríos. Más adelante santificarás el ambiente.
Un espíritu joven, combativo y optimista, lleno de empuje humano y de recia visión sobrenatural, transformará el ambiente con una facilidad que a muchos les dará pasmo.

 ... ¿Por qué despreciar esta tierra? ¿Por qué despreciar esta patria, si en esta tierra es donde los hombres se hacen santos? Aquí, en el mundo, fue donde Cristo, perfecto Dios y perfecto Hombre, quiso vivir treinta y tres años entre nosotros; aquí, en esta tierra que tanto dicen menospreciar algunos, quiso desarrollar su personalidad el Hombre que mayor personalidad ha tenido entre los hombres, y nadie existe ni vendrá, que se le pueda comparar.»


El valor divino de lo humano, Jesús Urteaga.