domingo, 11 de noviembre de 2018

Desmontando a la extrema izquierda, Bakunin y Marx.

La extrema izquierda tan implantada actualmente en nuestra sociedad está formada principalmente por el anarquismo y el comunismo con sus vertientes progres. No meteremos en el mismo saco al socialismo pre-marxista, puesto que éste era muy variado y se centraba fundamentalmente en mejorar las condiciones de la clase obrera. En este artículo analizaremos su trasfondo, sus fundamentos reales, fundamentos que el militante medio de extrema izquierda ya sea anarquista o comunista, ignora por completo. El anarquismo, al igual que el comunismo defiende a ultranza el materialismo y ataca con vehemencia al cristianismo y sus valores. Resumiendo, creen que solo existe lo que vemos, la materia, y que lo espiritual no existe, que son cosas de la imaginación (pero en cambio su utopía proletaria no...), creen que la aparición de la vida y la perfección del universo se deben al fruto de la casualidad. Como podemos ver, es una concepción muy simplista que destila una gran cortitud de miras, algo cavernícola podríamos decir. Este tipo de opiniones están basadas en la ignorancia (ya que no conocen el cristianismo en profunidad, se quedan solo en lo superficial) cuando no directamente en la manipulación intencionada, como es el caso de Bakunin.

El fundador del anarquismo perteneció a la masonería (la cual, en realidad, desprecia profundamente el ateísmo como queda patente en las Constituciones de Anderson, aunque lo propagan por mero pragmatismo) y creía en Lucifer, más conocido como Satanás, al cual ensalzaba, y esto se le escapa en su propio libro "Dios y el estado". No pudiendo refrenar su soberbia, acaba desvelando sus intenciones reales.

Bakunin, al igual que Marx y otros autores de renombre de la extrema izquierda, criticaba con saña al cristianismo más que a ninguna otra religión, aunque luego también cargaba contra todas, de un modo más generalizado y con más suavidad (veasé ese incongruente respeto y casi veneración que tienen actualmente tanto anarquistas como comunistas hacia el islam...), pero se centraba en el cristianismo y sobretodo en el catolicismo por ser el baluarte de los valores europeos, de la civilización occidental, a la cual odiaba; y tanto él como sus colegas "intelectuales" querían sustituirla por una nueva civilización de valores invertidos basada en la doctrina cabalística que ellos mismos profesaban, propia del ocultismo judío y la masonería. 

Para ello decidieron forjar el anarquismo y el comunismo, los cuales atacaban frontalmente cada uno de los pilares de la civilización occidental: Dios, familia y patria, es decir, el cristianismo y sus valores. Cuando hablamos de cristianismo nos referimos al católico y ortodoxo, puesto que el protestantismo les fue muy útil como primera fase para corromper Occidente durante los tres siglos anteriores, gracias a su estrecha unión con la masonería y a la propagación del capitalismo calvinista, así como la "libre interpretatio" muy cercana al relativismo moral.

Bakunin y sus camaradas sabían perfectamente que necesitaban una ideología que invirtiera los valores, una ideología que luchara contra los valores cristianos, contra la tradición, contra el orden y el sentido común, puesto que el orden representa a Dios, mientras que el desorden y la sinrazón representan a Satanás.  

Marx, de origen judío y familia burguesa, hizo lo propio pero sabía que sin un mínimo de orden no se podía lograr nada consistente, aquí radica la diferencia fundamental entre dichas ideologías, una acepta cierto orden, quiere autoridad, poder estatal, y la otra no, pero los fines son los mismos, acabar con la civilización occidental y con la ley natural cristiana (la ley natural se basa en el sentido común), imponiendo la voluntad de Satanás, reproduciendo así en nuestro mundo, la rebelión de Lucifer en el Cielo. Rebelión en la cual, Lucifer, guiado por la soberbia y la envidia, no aceptó la existencia del hombre y se rebeló contra Dios queriendo ser como Él, engañando para ello al hombre, vendiéndole la moto, es decir, la manzana del "conocimiento" (puesto que el Diablo siempre utiliza la mentira para engatusar); para que tricionaran ellos también a Dios y perdieran su humanidad perfecta, su inmortalidad, convirtiéndose así en sus lacayos.

Cabe destacar que este plan no se acabó de lograr en la URSS con el comunismo, de ahí su caída casi por arte de magia a principios de los 90 del siglo XX. Aun siendo verdad que en las primeras décadas los líderes comunistas consiguieron imponer una buena parte de su programa moral y cultural imponiendo el ateísmo, desmantelando la iglesia ortodoxa y creando un fuerte sentimiento de envidia y odio contra la nobleza y la burguesía conocido como "lucha de clases"; no lograron acabar con el patriotismo congénito de los rusos ni con su apego a la tradición, cosa que si han acabado logrando más tarde en Europa occidental, que ya estaba parcialmente corrompida por el protestantismo y el liberalismo.
El anarquismo, aun teniendo muchos puntos en común con el comunismo, al no querer imponer un estado totalitario, se configura como una ideología menos nociva o peligrosa para el mundo. Además, es utópica, cree en una predisposición innata del hombre hacia la solidaridad y la mutua colaboración (idea bastante ingenua y simplona pero atractiva). En definitiva, es algo menos "rabiosa" o iracunda que el comunismo, pero no por ello, menos dañina para las almas, puesto que la raíz del anarquismo, en la práctica, es la misma que la del comunismo, es decir, la exaltación de la soberbia contra Dios y la inversión de valores, el mal pasa a ser el bien, y el bien pasa a ser el mal. 

Es evidente que la solidaridad entre los hombres es imposible de lograr bajo una ideología materialista, puesto que si para ellos solo existe esta vida y hay que disfrutarla al máximo, el egoísmo siempre acabará prevaleciendo. De nada sirve defender algo que parece bueno a simple vista, si lo que realmente lo mueve es de origen malvado.


Archivo:Mikhail Bakunin.jpg - Wikipedia, la enciclopedia libre
Mikhail Bakunin, de familia burguesa y masón de grado 32

 
Basándose en esa traición antes descrita de Lucifer a Dios, Bakunin y compañía quisieron reproducirla en nuestro mundo, para ello apelaban a una falsa libertad extrema bajo unas supuestas buenas intenciones, al igual que hizo su maestro diabólico con Adán y Eva, siempre ayudándose de una mentira bien adornada; una falsa libertad que en realidad esclaviza y lleva a la desesperación e infelicidad a los hombres, puesto que los deseos mundanos nunca se sacian y siempre se quiere más. 

Estas ideologías explotan la soberbia, el egoísmo, la envidia, la codicia y la lujuria... Nada de autoridad! via libre a todos nuestros caprichos! queremos sexo libre! queremos hacer siempre lo que nos de la gana! no queremos ser responsables! Muerte a los que viven mejor que nosotros! Muerte a los que piensan diferente!... todo esto bajo la premisa de querer un mundo "igualitario y justo", premisa que solo se queda en la teoría, puesto que dichas ideologías por mucho que supuestamente persiguieran fines nobles, se basaban como hemos visto, en antivalores, en lo más despreciable del ser humano, como la envidia y la soberbia desmedida, y siempre conducen a establecer la tiranía y la injusticia allá por donde pasan.

Los autores anarquistas en especial se centran en los peores defectos que puede tener el ser humano para engatusarlo, aprovechándose de sus debilidades, saben que así es muy fácil convencer a las masas, diciéndoles no la verdad, si no lo que quieren oir, adulándolos y alimentando su ego, sobretodo a los más ignorantes pero también a otros que siendo medianamente "cultos" caen en su engaño bajo la trampa de la vanidad y el amor a sí mismo, ya que al abrazar estas ideologías acaban creyéndose superiores al resto de mortales, algo que como veíamos anteriormente es muy propio del "colega" Lucifer. Esta inversión de valores ha tenido muchos frutos que hoy podemos apreciar por ejemplo en la ideología de género, en la destrucción de la moral y la familia, en la falsa solidaridad ligada al fenómeno de la inmigración masiva, en el aborto o en el feminismo radical, además siempre disfrazan estos objetivos como si fueran un bien aparente, ocultando el mal que en realidad producen. 

En lo social, los valores de la izquierda han sido impuestos en todo occidente por las élites en las últimas décadas, todos podemos verlo. En cambio, en lo económico, como ya no necesitan el cebo izquierdista para con la clase obrera, dado que que han sustituido al proletariado por otra serie de colectivos, como el LGBT, las feministas y ciertas minorías étnicas, prefieren la socialdemocracia que es les renta mucho más. Capitalismo mezclado con políticas propias del marxismo cultural. En la Escuela de Frankfurt se dieron cuenta de que eso es lo que necesitaban para acabar imponiendo un mundo globalizado, anticristiano y fácil de controlar. El comunismo y el anarquismo tuvieron un importante papel para lograr los objetivos globalistas, pero no acabaron de cuajar. Eso de liberar al proletariado y demás solo les "importaba" cuando éstos eran útiles para lograr sus objetivos, era solo un señuelo, para ellos los obreros eran solo carnaza, tropa de choque.

Tanto anarquistas como comunistas, desde el más ignorante al más culto, critican al cristianismo desde la más absoluta ignorancia, dado que no lo conocen en profundidad, se quedan solo en lo superficial, y haciendo uso indiscriminado de la demagogia se dedican a ridiculizar la religión sin utilizar nunca argumentos de peso (mediante la falacia del hombre de paja normalmente); incluso suelen calificar el cristianismo de "secta" cuando ellos con su ideología tienen un comportamiento muchísimo más sectario que muchas sectas reales. Su único argumento es la defensa de esa supuesta libertad de la que tanto se les llena la boca, libertad que en realidad es libertinaje, envidia e inmadurez, que solo les conduce a la esclavitud.

Desde aquí queremos decir a todos aquellos conozcan a gente que crea o simpatice con el anarquismo, pero que aun no se han convertido en malas personas llenas de odio, en seres narcisistas irresponsables que tanto abundan hoy en dia en la extrema izquierda, que les hagan saber que para tener la cabeza bien amueblada y tener una opinión bien formada deben conocer también los argumentos del "enemigo" por eso les invitamos a que lean libros cristianos aptos para cualquiera, como Mero Cristianismo de C.S. Lewis; puesto que, teniendo en cuenta el sentido común, para poder estar en contra de algo primero hay que conocerlo, de lo contrario se cae en el más vil fanatismo.



Caballero de Occidente

sábado, 3 de noviembre de 2018

La mitología nórdica no es una alternativa al cristianismo, sino un complemento cultural.

Desde hace unas décadas parece que se intenta crear una pseudo-religión con la mitología nórdica sobretodo, en un intento de reavivar el paganismo nórdico, juntando cuatro ideas por aquí y cuatro símbolos por allá, siendo más una posición cultural que religiosa, contraponiéndola al cristianismo, desde un desconocimiento total sobre este último motivado por la profunda descristianización de la sociedad y la imposición de la modernidad relativista.

La mitología nórdica o clásica no es una alternativa como religión al cristianismo, ya que es mucho más simple e inferior en grado doctrinalmente, sin una liturgia, tocando solo superficialmente el conocimiento espiritual, centrándose más en lo cultural como los mitos y algunas costumbres, cualquiera puede comprar un libro sobre mitología nórdica y uno de introducción al cristianismo para comparar y darse cuenta de ello. La mitología nórdica al igual que la griega puede actuar parcialmente como complemento cultural del catolicismo y así es como ha sido a lo largo de nuestra historia. La Iglesia Católica desde los tiempos de la Roma Imperial ya se encargó de conservar todo lo pagano que consideraban válido, como la filosofía griega, la mitología o determinadas festividades y costumbres. El Obispo Newman, docto en mitología y filosofía afirmó que “La naturaleza era una parábola, la Escritura era una alegoría; la literatura pagana, la filosofía, y mitología, adecuadamente entendidas, eran una preparación para el Evangelio. Los poetas griegos y sabios eran en un sentido profetas".

El mito de Odin, cuando se crucifica en el árbol de la vida o cuando da su ojo, a cambio del conocimiento de las runas y de la sabiduría espiritual, es un claro ejemplo de mito que casa con la doctrina católica, la cual afirma que mediante el sacrificio, mediante la vida dura, se consigue alcanzar un nivel espiritual superior, acercarse a Dios.
JRR Tokien, heredero de la fe de su tutor Francis Xavier Morgan, impregnó con su fe católica el Señor de los Anillos, adornándolo con elementos mitológicos, sobre este tema él mismo aseguraba que “La mitología es el eco divino de la verdad”. A su vez Newman, que fue profesor del tutor de Tolkien, decía que tanto la mitología como la filosofía pagana bien entendidas eran una preparación para el evangelio.

  El Señor de los anillos, una obra maestra impregnada de Catolicismo, el anillo 
  representa la manzana del pecado original, Sauron a Lucifer, Aragorn a Cristo Rey,
  Galadriel a la Virgen, y la aventura de Frodo el camino de la iniciación cristiana.

Con otro tema como el Valhalla, es una muestra de que como religión era incompleta, ya que solo podían gozar de éste, los guerreros caídos en combate (no todos), la gente normal aunque fuese buena iba al inframundo, una especie de infierno pero más tranquilo, sin castigos, luego la gente mala iba a una parte del inframundo que era igual que el infierno. Los pueblos germanos solo tenían como vía para ir al cielo la muerte en combate, en cambio la religión católica, tiene la via de la contemplación y de las buenas obras, así como la de la acción, que consistiría por ejemplo en morir luchando por una causa justa o como mártir, siendo por lo tanto muchísimo más completa y racional que las creencias nórdicas.


Imagen relacionada
Representación germánica de Cristo como un guerrero heróico que derrota a satanás (la serpiente).

Al ser el cristianismo muy superior en cuanto a doctrina, filosofía de vida y ritos, todos los pueblos germánicos se convirtieron masívamente a éste, y no fue solo por cuestiones políticas como los contrarios al cristianismo aducen, ya que en muchos casos éste cambio les trajo rebeliones y problemas muy graves, como a Recaredo o a varios reyes nórdicos como Harald Blatand o Olaf I de Noruega, otro caso muy interesante de conversión es el de Vladimir I de Kiev, que cristianizó Rusia. La razón principal fue por convicción propia en la gran mayoría de casos, con Recaredo en concreto además pesaba el hecho que el pueblo visigodo se estaba convirtiendo masivamente al catolicismo desde el arrianismo (ya habían dejado de ser paganos en el siglo IV, véase Ulfilas, el obispo godo que los cristianizó), además hubo casos concretos de conversión mística en algunos gobernantes vikingos como los antes citados Olaf I y Vladimir I.

Resultado de imagen para conversion recaredo
 Conversión de Recaredo I de España

Resultado de imagen para conversion olaf I
  Olaf I destruyendo un ídolo de Thor

Como conclusión, se puede asegurar con plena certeza que un cristiano, puede ser un apasionado de la mitología, ya sea nórdica o greco-romana, ya que actúa como complemento de riqueza cultural y nunca realmente como una religión alternativa, los que creen que la mitología nórdica hoy en dia es una religión o algo parecido, lo hacen por puro desconocimiento sobre lo que es una religión.
Ya no entramos a valorar las creaciones artificiales neopaganas y new age que surgieron el siglo pasado, la mayoría de ellas de corte gnóstico (el gnosticismo es el pilar central de la doctrina masónica) e incluso con detalles abiértamente luciferinos-satánicos como el esoterismo "nórdico", de origen cripto masónico. Esto lo haremos más adelante, en otro artículo.



Caballero de Occidente

Fuentes: 

"John Henry Newman: Una biografía", de Ian Ker.
"http://www.forumlibertas.com/hijos-de-la-misma-luz-el-cardenal-j-h-newman-y-j-r-r-tolkien/"
"https://lamazmorradelpoliedro.blogspot.com.es/2014/02/biografia-jrr-tolkien-el-senor-de-los.html"
Wikipedia "Cristianización de Escandinavia"
"Mitología nórdica" de Enrique Bernárdez

domingo, 7 de octubre de 2018

Desmontando a Nietzsche


Ya hemos hablado de algunas de los errores que se encuentran en las teorías de Nietzsche, basadas en gran medida por un gran desconocimiento del Catolicismo y por haber recibido una educación protestante, que ya lo posicionó contra la iglesia católica y su historia desde niño sin tener otra opción, posición que siguió alimentando de adulto movido por una total falta de interés en todo lo que fuese cristiano debido al profundo resentimiento que le guardaba a su padre que era un pastor luterano, por ello jamás se interesó en informarse sobre el catolicismo y mucho menos de profundizar en él. Si se hubiese interesado por el catolicismo y lo hubiese estudiado con detenimiento, seguramente Nietzsche hubiese escrito obras de corte cristiano de gran calidad, a la altura de C.S. Lewis o Chesterton, puesto que lo cortés no quita lo valiente y aunque no se comulgue con su anticristianismo y otras tantas ideas suyas, hay que reconocer que en algunas de sus obras como Asi habló Zaratrusta se pueden encontrar planteamientos e ideas interesantes. El cristianismo protestante siempre ha atacado con vehemencia al catolicismo y está marcado por una tendencia judaizante desde sus inicios, dando una grandísima importancia al Antiguo Testamento. A su vez varias de sus ramas tienen un odio particular a San Pablo por considerarlo como el fundador de la Iglesia Católica, por ello Nietzsche tenía una visión tan manipulada y negativa sobre Pablo de Tarso y los comienzos de la Iglesia.
Nietzsche tenía una visión errónea y manipulada del Catolicismo, de ahí que hiciese críticas tan brutales contra unos supuestos valores cristianos que en realidad procedían del protestantismo y no del cristianismo, por eso escribió sobre la voluntad de poder, la inversión de valores o el übermensch, pero no creamos que al hacer estas críticas Nietzsche tenía razón o poseía la verdad, ni mucho menos, ya que al hacerlas siempre se dejaba guiar por un orgullo desmedido, una soberbia y una arrogancia sin parangón, y esos atributos no tienen nada de verdadero ni de razonable ni de bueno, ya que son atributos que llevan inequívocamente a hacer el mal, a ser egoísta y al individualismo más extremo, propio del nihilismo en el cual se basa en cierta manera el marxismo cultural que hoy predomina en Occidente y que tiene como único objetivo el satisfacer los deseos y los caprichos del individuo, por encima de todo, y por encima por supuesto de la ley natural, solo importa el hombre y éste ha de hacer lo que sea para satisfacer sus deseos mundanos por egoístas y malvados que sean. Nietzsche seguramente sin quererlo, fue una de las chispas que inició la decadencia moral que padecemos hoy, junto al relativismo moral.
Otro factor muy importante radica en la propia vida de Nietzsche que en gran parte de su etapa adulta fue un fracaso llena de desdichas y rechazos, así como su falta de moral, ya que se veía incapaz de controlar sus sentidos y específicamente su deseo sexual, era por ello por lo que realmente criticaba la moral cristiana, porque era incapaz de cumplirla y lejos de ser humilde y arrepentirse de sus errores (que le llevaron incluso a contagiarse con la sífilis que era como el sida de la época) e intentar mejorar, se enorgullecía de ellos y para justificarse desarrolló una serie de ideas que destilaban soberbia y vanidad, y que al fin y al cabo, si uno conoce la vida de Nietzsche y no ha abrazado la degeneración y la falta de moral hedonista propia del mundo moderno, se da cuenta bien pronto del fraude que suponen. Su razonamiento a grandes rasgos era el siguiente, - mi padre era un pastor cristiano luterano y mira como se lo pagó su Dios... además a mi me castiga con dolores físicos, así que me haré anticristiano! Aunque solo conozca el luteranismo y no tenga ni idea de catolicismo, me da igual, odiaré a todo cristianismo! No soy capaz de controlar mis sentidos y mucho menos mi deseo sexual, cual bestia, pero como yo soy especial es imposible que eso sea algo malo así que debe ser que tengo mi propia moral, que estoy por encima de los demás, debo ser un semidios... soy un ubermensch!... - En conclusión, su modus operandi era bastante inmaduro, vanidoso y soberbio. En consecuencia, su rechazo por todo lo cristiano por el resentimiento acumulado por la muerte temprana de su padre y el odio que tenía hacia su familia, los rechazos y desdichas que sufrió durante su vida, junto a la evidente falta de moral que predominaba en su vida, se fueron retroalimentando y con el tiempo su actitud anticristiana fue en aumento con el paso de los años, así como su amargura, acabando en demencia.
Por otro lado Nietzsche que se intenta identificar con lo fuerte y lo guerrero frente a lo débil y enfermizo, cae en una absoluta contradicción existencial, puesto que él precisamente es débil y enfermizo, siempre aquejado por sus dolencias, encerrado en su cuarto escribiendo como un ermitaño; hace lo mismo que los marxistas que critican a la burguesía por su opulencia pero luego se comportan como ellos disfrutando de todo tipo de lujos y privilegios, demostrando con ello en realidad tener un fuerte complejo y una actitud hipócrita. Nietzsche fue todo lo opuesto a lo que predicaba, fue un débil amargado que se dejó vencer por las desgracias que le fueron ocurriendo, su filosofía es en gran parte una pataleta.

Imagen relacionada
Friedrich Nietzsche

Nietzsche cada vez iba a peor debido a los achaques de la sífilis y a sus delirios filosóficos, acabó odiando a Wagner por su defensa de la moral, su “antisemitismo” y sus obras plagadas de motivos cristianos como Parsifal, acabó como un desgraciado infeliz y amargado, con una demencia que le alejó casi por completo de todo contacto humano, y que le llevó a escribir en sus últimos años Ecce homo y El Anticristo, que son sus obras más llenas de odio contra el cristianismo. Nietzsche a efectos reales fue un resentido casi toda su vida que acabó yéndose al otro mundo con un odio que no le cabía dentro, de ahí su amargura y su triste final. Este odio y resentimiento por la moral cristiana que erróneamente relaciona con la judía, le llevó a tergiversar gran parte de la doctrina y el mensaje de Jesucristo, como hemos visto en las citas bíblicas analizadas en la parte inicial del artículo. Analizando muy superficialmente el mensaje de Jesús lo identifica con la moral de esclavos, de los débiles, algo que está muy lejos de la realidad, mientras que confunde lo bueno, lo que llama la moral de los señores, con lo soberbio y extremadamente egoísta, con la falta de autodominio, adornándolo a su vez con la fuerza y el poder, con lo guerrero, para hacerlo atractivo. La antimoral dionisiaca de Nietzsche es cómoda y fácil de cumplir, puesto que da rienda suelta a las bajas pasiones del hombre y a sus ansias de autocomplacencia, que tanto protagonismo tienen en nuestra sociedad actual. En cambio la moral cristiana y de paganos virtuosos como Marco Aurelio o Aristóteles, es difícil de cumplir y más en los tiempos que corren, es dura y exigente, lo cual es una clara señal de su elevada nobleza.
Un detalle curioso y que nos dice mucho de Nietzsche es su actitud contradictoria respecto a los judíos, aunque Nietzsche atacó los principios del judaísmo, no era antisemita: en su obra sobre la Genealogía de la moral, condena explícitamente el antisemitismo y señala que su ataque al judaísmo no fue un ataque contra el pueblo judío contemporáneo, sino específicamente un ataque contra el antiguo. Así que no atacaba al sionismo internacional que ya había parecido en escena, ni a sus maniobras políticas que tanto daño estaban haciendo a Occidente (sus acciones quedaron descritas en los protocolos de los sabios de sion, libro del que no se puede poner en duda su veracidad, más que nada porque todo lo que narra se ha cumplido).
Un historiador judío que realizó un análisis estadístico de todo lo que Nietzsche escribió sobre los judíos afirma que las referencias cruzadas y el contexto dejan claro que casi todos (85%) los comentarios negativos son ataques a la doctrina cristiana o, sarcásticamente, a Richard Wagner [8].

Para acabar, uno no puede olvidarse de mencionar el gran odio que sentía por su propia tierra, es decir Alemania, y por todo lo alemán, llegando a renunciar a la nacionalidad alemana. Esto además quedó reflejado en los constantes ataques e insultos que le dedica en sus obras a los alemanes.
 

"Yo soy un aristócrata polaco pur sang (pura sangre), al que ni una sola gota de sangre mala se le ha mezclado, y menos que ninguna, la alemana." Ecce Homo, Nietzsche.


"En el fondo yo retorno una y otra vez a un pequeño número de franceses antiguos: creo únicamente en la cultura francesa y considero un malentendido todo lo demás que en Europa se considera "cultura", por no hablar de la cultura alemana. Los pocos casos de cultura elevada que yo he encontrado en Alemania eran todos de procedencia francesa." Ecce Homo, Nietzsche.



Como dato relevante en relación con sus muestras de cariño hacia el judaísmo actual y su rechazo al judaísmo antiguo (ley mosaica), es decir a los hebreos, nos preguntamos donde encajarían según su "moral de esclavos" atribuída a ellos, los belicosos y audaces Macabeos, que se alzaron en armas contra el Imperio Seléucida y vencieron contra todo pronóstico, estableciendo un reino de Israel independiente durante casi un siglo... judíos de la antigüedad que eran fuertes guerreros belicosos y orgullosos que se levantaron en armas para defender su fe... Que opinaría Nietzsche de esto?... Pues no lo sabemos pero alguna película se montaría para justificarlo seguramente. La filosofía y los analisis de Nietzsche tienen muchísimos errores y lagunas, sobretodo en referencia al cristianismo y al paganismo... Todo esto da que pensar...
¿Por qué después de muerto han encumbrado tanto a Nietzsche? ¿Habría sucedido lo mismo si no hubiese atacado con tanto odio al cristianismo y a Wagner? ¿Habría pasado lo mismo si no hubiese condenado el antisemitismo?... No lo sabemos con seguridad pero nos podemos hacer una idea ya que es evidente que sus constantes ataques a la civilización cristiana occidental y a la moral eran muy útiles para la agenda sionista y los planes de la masonería.


"La mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta." G. K. Chesterton



Caballero de Occidente

sábado, 15 de septiembre de 2018

Las mentiras de la leyenda negra y la Ilustración masónica

En alusión a la clara demonización de la edad media por parte de los judeo-protestantes, con su leyenda negra y a las manipulaciones históricas de ciertos filósofos masones de la Ilustración francesa como Voltaire, Goethe o Kant, que hablan sobre el medievo cristiano como si fuese una época caótica y oscura en la que todo era malvado, vamos a nombrar brevemente varias razones históricas que tumban sus tesis. Voltaire a decir verdad, antes de morir volvió al Catolicismo mediante el sacramento de la confesión, arrepintiéndose de su pasado masón, y quedó reflejado por escrito.
Todo empezó como hemos dicho con la Leyenda negra, inspirada mayormente por judíos que habían sido expulsados de España y que buscaron refugio en distintos puntos de Europa, y por los protestantes que acababan de entrar en escena por medio de Lutero, el monje que traicionó sus votos movido por la lujuria y que por orgullo dividió la cristiandad para justificar su conducta pecaminosa. España era un gran imperio católico, gobernado por Carlos V, empezaban los siglos de oro. Por el contrario, varios nobles y príncipes alemanes, así como más adelante otros reyes europeos, para aumentar su poder recurrieron a Lutero y su reforma protestante, que les brindaba vía libre para confiscar todas las propiedades de la Iglesia y un poder ilimitado sin ningún tipo de control, sin que les importara la excomunión, ya que la Iglesia de Roma, en esos tiempos, tutelaba en cierto modo las relaciones entre reinos europeos, además de conceder divorcios y nulidades matrimoniales, como representante de la ley natural divina, del mismo modo que en los últimos siglos se ha encargado de ello el derecho internacional, aunque éste en realidad actúa de forma mucho más invasiva. Liberados de Roma, los príncipes alemanes ya podían actuar como les venía en gana, dando rienda suelta a sus ambiciones y deseos, sin ningún tipo de control jurídico ni moral (ya que Lutero estableció que se salvaban solo por la fe, sin importar las obras), y podían unirse utilizando la religión como excusa para plantar cara directamente al Imperio Español de Carlos V. A raíz de este enfrentamiento continental que no estuvo falto de guerras, los enemigos de España necesitaban denigrar y calumniar la reputación de aquel imperio profundamente católico, que tanto odiaban, ya que además era el baluarte de la Iglesia católica romana, y para ello forjaron la leyenda negra, que no son más que un cúmulo de invenciones, falsedades y manipulaciones sobre la inquisición, sobre la conquista de América y sobre la historia de la Iglesia. Por otro lado, intentan ocultar todos los crímenes perpetrados por protestantes y liberales como las masivas quemas de brujas, los exterminios enteros de poblaciones católicas, los saqueos y destrucción de monasterios e iglesias, los asesinatos de religiosos, o la imposición del laicismo.

Resultado de imagen para lutero demonio 
Caricatura sobre Lutero, guiado por el demonio mediante la soberbia y el engaño. Gracias al protestantismo se abrió la puerta en Europa a la judería y lo judaizante. A su vez se establecieron las condiciones necesarias para la aparición de la masonería en el siglo XVIII.

La Ilustración de corte masónico, muy presente sobretodo en Francia e Inglaterra, y excesivamente sobrevalorada como bien nos demuestra el historiador Dr. Alberto Bárcena en su libro Iglesia y masonería: Las dos ciudades,  tomó el relevo e hizo suyas las mentiras de la Leyenda negra, llevándolas a un nivel de engaño y desdén aun mayor, llegando hasta nuestros días como la versión predominante de la Historia.
Por el contrario la realidad histórica fue muy diferente, la edad media a grandes rasgos, teniendo en cuenta la situación de la Europa post-romana que se encontraba bajo el mando de los pueblos germánicos ya romanizados, y que aunque eran culturalmente inferiores a la ya caída Roma de Occidente, (hay que matizar que el Imperio Romano de Oriente siguió intacto, dando lugar al Imperio Bizantino), tampoco eran los bárbaros de hacía unos pocos siglos. Partiendo de aquí, la Europa cristiana de la alta edad media (siglos V-XII) fue evolucionando en todos los campos, en las artes, en la arquitectura, en la economía… son muestra de ello las majestuosas catedrales cuya belleza y complejidad no ha podido ser superada, los monasterios que se convirtieron en los núcleos culturales de Occidente con bibliotecas inmensas, las universidades (como las de Bolonia, Oxford, París y Salamanca) los majestuosos castillos que abundaban a lo largo y ancho del continente. Así como las grandes obras de la literatura, pasando por las novelas caballerescas artúricas, cantares como el de Mio Cid y el de Roldán, o las grandes obras teológicas de Tomas de Aquino y Bernardo de Claraval. Esta evolución continuó durante la baja edad media dando muchos frutos hasta llegar al Renacimiento, que se dio gracias precisamente a esta civilización cristiana del medievo en reinos marcadamente católicos como España o los reinos de Italia. Posteriormente los filósofos de la ilustración masónica manipularon en especial este periodo de esplendor para hacerlo suyo (algo a lo que nos tiene muy acostumbrados la masonería), intentando borrar la fuerte huella católica del renacimiento, para presentarlo como un periodo paganizante precursor del laicismo anticristiano de la ilustración de los siglos XVIII y XIX. Y esta es la versión que se han tragado a pies juntillas estos neopaganos, carentes de criterio y sentido crítico, que bailan al compás que marcan los enemigos de Occidente.

“Dejadlos; son ciegos guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo.”  Mateo 15:14

Caballero de Occidente

miércoles, 8 de agosto de 2018

VIII Cartas del Diablo a su sobrino, sobre los tiempos de duda y tribulación

Esta carta forma parte del libro de C.S. Lewis (gran amigo de Tolkien) Cartas del diablo a su sobrino, en ellas el que escribe es el Diablo Escrutopo, que se comunica con su sobrino, el cual está bajo sus órdenes.

Mi querido Orugario:

¿Conque tienes "grandes esperanzas de que la etapa religiosa del paciente esté
finalizando", eh? Siempre pensé que la Academia de Entrenamiento se había hundido
desde que pusieron al viejo Babalapo a su cabeza, y ahora estoy seguro. ¿No te ha hablado nadie nunca de la ley de la Ondulación?
Los humanos son anfibios: mitad espíritu y mitad animal. (La decisión del Enemigo de
crear tan repugnante híbrido fue una de las cosas que hicieron que Nuestro Padre le retirase su apoyo.) Como espíritus, pertenecen al mundo eterno, pero como animales habitan el tiempo. Esto significa -que mientras su espíritu puede estar orientado hacia un objeto eterno, sus cuerpos, pasiones y fantasías están cambiando constantemente, porque vivir en el tiempo equivale a cambiar. Lo más que pueden acercarse a la constancia, por tanto, es la ondulación: el reiterado retorno a un nivel de que repetidamente vuelven a caer, una serie de simas y cimas. Si hubieses observado a tu paciente cuidadosamente, habrías visto esta ondulación en todos los aspectos de su vida: su interés por su trabajo, su afecto hacia sus amigos, sus apetencias físicas, todo sube y baja. Mientras viva en la tierra, períodos de riqueza y vitalidad emotiva y corporal alternarán con períodos de aletargamiento y pobreza.
La sequía y monotonía que tu paciente está atravesando ahora no son, como gustosamente supones, obra tuya; son meramente un fenómeno natural que no nos beneficiará a menos que hagas buen uso de él.
Para decidir cuál es su mejor uso, debes preguntarte qué uso quiere hacer de él el Enemigo, y entonces hacer lo contrario. Ahora bien, puede sorprenderte aprender que, en Sus esfuerzos por conseguir la posesión permanente de un alma, se apoya más aún en los bajos que en los altos; algunos de Sus favoritos especiales han atravesado bajos más largos y profundos que los demás. La razón es ésta: para nosotros, un humano es, ante todo, un alimento; nuestra meta es absorber su voluntad en la nuestra, el aumento a su expensa de nuestra propia área de personalidad. Pero la obediencia que el Enemigo exige de los hombres es otra cuestión. Hay que encararse con el hecho de que toda la palabrería acerca de Su amor a los hombres, y de que Su servicio es la libertad perfecta, no es (como uno creería con gusto) mera propaganda, sino espantosa verdad. Él realmente quiere llenar el universo de un montón de odiosas pequeñas réplicas de Sí mismo: criaturas cuya vida, a escala reducida, será cualitativamente como la Suya propia, no porque Él las haya absorbido sino porque sus voluntades se pliegan libremente a la Suya. Nosotros queremos ganado que pueda finalmente convertirse en alimento; Él quiere, siervos que finalmente puedan convertirse en hijos. Nosotros queremos sorber; Él quiere dar. Nosotros estamos vacíos y querríamos estar llenos; Él está lleno y rebosa. Nuestro objetivo de guerra es un mundo en el que Nuestro Padre de las Profundidades haya absorbido en su interior a todos los demás seres; el Enemigo desea un mundo lleno de seres unidos a Él pero todavía distintos.
Y ahí es donde entran en juego los bajos. Debes haberte preguntado muchas veces por qué el Enemigo no hace más uso de Sus poderes para hacerse sensiblemente presente a las almas humanas en el grado y en el momento que Le parezca. Pero ahora ves que lo Irresistible y lo Indiscutible son las dos armas que la naturaleza misma de Su plan le prohíben utilizar. Para Él, sería inútil meramente dominar una voluntad humana (como lo haría, salvo en el grado más tenue y reducido, Su presencia sensible). No puede seducir.
Sólo puede cortejar. Porque Su innoble idea es comerse el pastel y conservarlo; las criaturas han de ser una con Él, pero también ellas mismas; meramente cancelarlas, o asimilarlas, no serviría. Está dispuesto a dominar un poco al principio. Las pondrá en marcha con comunicaciones de Su presencia que, aunque tenues, les parecen grandes, con dulzura emotiva, y con fáciles victorias sobre la tentación. Pero Él nunca permite que este estado de cosas se prolongue. Antes o después retira, si no de hecho, sí al menos de su experiencia consciente, todos esos apoyos e incentivos. Deja que la criatura se mantenga sobre sus propias piernas, para cumplir, sólo a fuerza de voluntad, deberes que han perdido todo sabor. Es en esos períodos de bajas, mucho más que en los períodos de altos, cuando se está convirtiendo en el tipo de criatura que Él quiere que sea. De ahí que las oraciones ofrecidas en estado de sequía sean las que más le agradan. Nosotros podemos arrastrar a nuestros pacientes mediante continua tentación, porque los destinamos tan sólo a la mesa, y cuanto más intervengamos en su voluntad, mejor. Él no puede "tentar" a la virtud como nosotros al vicio. Él quiere que aprendan a andar y debe, por tanto, retirar Su mano; y sólo con que de verdad exista en ellos la voluntad de andar, se siente complacido hasta por sus tropezones. No te engañes, Orugario. Nuestra causa nunca está tan en peligro como cuando un humano, que ya no desea pero todavía se propone hacer la voluntad de nuestro Enemigo, contempla un universo del que toda traza de Él parece haber desaparecido, y se pregunta por qué ha sido abandonado, y todavía obedece.
Pero, por supuesto, los bajos también ofrecen posibilidades para nuestro lado. La próxima semana te daré algunas ideas acerca de cómo explotarlos.
Tu cariñoso tío,

ESCRUTOPO

sábado, 28 de julio de 2018

Contra el falso cristianismo hippie. La Santa Ira

A veces recibo reconvenciones de hipócritas que reprochan mis palabras gruesas e injuriosas, mis intemperancias y raptos coléricos; aunque, más frecuentemente, los hipócritas, en lugar de decírmelo a la cara, se dirigen a quien puede hacerme más daño. Es cierto que a veces deslizo expresiones agrias en mis artículos; pero siempre van dirigidas contra iniquidades que claman al cielo, o contra los canallas que las conciben y ejecutan, por lo que mucho más escandaloso sería callar. Pero el hipócrita, bajo sus modales suavones y sus afectaciones pazguatas, es siempre un monstruo de iniquidad que desea que las iniquidades queden impunes. Mucho me repugnan los reproches de los hipócritas; pero mucho más todavía me repugna que, para reconvenirme, me digan melifluamente que es «muy poco cristiano» adoptar actitudes arriscadas, porque lo que Jesús deseaba es que fuésemos mansos y pusiésemos la otra mejilla.

Tal sonsonete se funda, naturalmente, en una imagen totalmente tergiversada de Cristo, que cuando exhortaba a la mansedumbre no nos estaba pidiendo que fuésemos unos eunucos con horchata en las venas, ni unos pánfilos miramelindos, ni unos moderaditos inofensivos, sino personas que acatan dócilmente la voluntad divina. Tampoco cuando emplea la imagen retórica de poner la otra mejilla nos está pidiendo Cristo que nos convirtamos en unos seres pasivos que se dejan vapulear por sus agresores, sino que nos recuerda que Dios está con quien recibe una agresión por su causa; y que debemos hacérselo ver al agresor, para que entienda que el daño de su bofetada es ínfimo, comparado con el beneficio de la caricia divina. Que Jesús fue misericordioso y compasivo ante las debilidades del prójimo es algo que está fuera de toda duda; pero que fuese ese ser almibarado y merengosín que pretenden ciertos hipócritas, una especie de paladín del pacifismo más bobalicón y soplagaitas, es falso de toda falsedad. Jesucristo fue el Cordero de Dios, pero también el León de Judá; y de sus rugidos y zarpazos están llenos los Evangelios, que basta leer para que este falso Jesucristo de pitiminí que los hipócritas han construido se derrumbe ante nuestros ojos. Cuando leemos los Evangelios descubrimos, por ejemplo, que Jesús empleaba palabras consoladoras para sanar a los afligidos; pero descubrimos que también empleaba silencios enigmáticos, respuestas irónicas, parábolas terribles, discursos airados y hasta arrebatos coléricos. Jesús, en fin, nada tiene que ver con un predicador capón y melifluo que sonríe condescendiente ante las travesuras de los hombres, a los que mira con plácida benignidad; por el contrario, se revuelve viril y enojado contra los hombres cuando los sorprende en falta, los maldice e increpa con palabras acres, los reprende sin paños calientes y, llegado el caso, se lía a zurriagazos con ellos.

Esta santa ira nos sobrecoge a veces por su ferocidad; pero nos sobrecoge todavía más porque estalla cuando menos lo esperamos. Así, por ejemplo, en el Cenáculo, cuando Pedro se pone suavón y pazguato y lo invita a rehuir la Pasión, Jesús le lanza un anatema brutal (sobre todo teniendo en cuenta que antes lo ha elegido su vicario en la Tierra): «Apártate de mí, Satanás». No tiene empacho Jesús en llorar amorosamente sobre la ciudad que está a punto de inmolarlo; pero tampoco tiene empacho en profetizar que Cafarnaum y Betsaida padecerán mayor condena que Sodoma. A la higuera estéril la maldice, aunque como el mismo evangelista reconoce «no era tiempo de higos». A los mercaderes que se habían instalado en el atrio del templo los expulsa sin miramientos, armado de un látigo. Y a los fariseos les lanza una portentosa filípica, sin recatarse de acribillarlos con las palabras más gruesas e injuriosas: «Raza de víboras, sepulcros blanqueados», etcétera.

Y, en fin, no encontramos en toda la predicación de Cristo ninguno de los tópicos habituales a favor de la paz que tanto gustan de atribuirle los hipócritas. No hallamos en sus palabras ninguna execración de la guerra; y hasta llegó a cultivar cierta amistad con algunos soldados romanos. La paz que repartía a manos llenas entre sus seguidores nada tiene que ver con la paz del mundo, sino con la paz del alma, que se llena de la fragancia de los nardos cuando Dios anida dentro de ella. Y, en fin, Jesús nos advierte sin ambages que no ha venido a traer la paz, sino la espada, y a revolver al hijo contra el padre y a la nuera contra la suegra. Nada más natural, pues, para afrontar tales batallas, que armarse de santa ira. El León de Judá nunca dejó de mostrarse airado ante quienes lo merecían; y reservó sus iras mayores para los bellacos hipócritas.



Juan Manuel de Prada

miércoles, 18 de julio de 2018

Obispos guerreros: Antony Bek, el poderoso obispo guerrero inglés



Recreación de Antony Bek durante la batalla de Falkirk,
librada el 22 de julio de 1298. En esta batalla es donde
fue definitivamente derrotado el caudillo escocés
William Wallace

Un preclaro ejemplo de este tipo de religioso nobiliario es, sin lugar a dudas, Antony Bek, que por su condición de obispo de la riquísima diócesis de Durham se convirtió en un verdadero príncipe en todos los sentidos del término. Quizás el que mejor supo definir el estatus del obispo fue su canciller, que dejó dicho que "hay dos reyes en Inglaterra, a saber: el señor rey de Inglaterra, que porta una corona en su cabeza como símbolo de su rango, y el señor obispo de Durham, que usa una mitra en lugar de una corona como muestra de su soberanía sobre la diócesis de Durham". De hecho, Durham era la capital del condado homónimo cuyos titulares tenían una serie de privilegios como ningún otro noble del reino, teniendo potestad para mantener un parlamento propio, reclutar tropas, regirse por sus leyes las cuales eran aplicadas por los jueces y alguaciles nombrados por los obispos, autoridad para conceder ferias y mercados a las poblaciones del condado, derecho para recaudar sus propios impuestos y tributos derivados por las tasas aduaneras, portazgos y pontazgos y hasta para acuñar moneda. En todo caso, lo que quizás defina mejor el elevado rango de los obispos de Durham era su título: príncipes-obispos, lo que nos dará una clara idea del estatus que disfrutaban los titulares de la poderosa diócesis que, además, tenían el título de condes palatinos. Otro ejemplo del verdadero poder de la sede de Durham lo tenemos en un suceso acaecido durante el mandato del predecesor de Bek, Robert de Insula, cuando el arzobispo metropolitano de York pretendió llevar a cabo una inspección en el cabildo catedralicio por ser Durham una sede sufragánea de la de York, o sea, que estaba bajo la autoridad de la misma. Los miembros del cabildo simplemente le negaron la entrada al templo alegando una hipotética falta de jurisdicción del arzobispo para inmiscuirse en sus asuntos, así que cuando este se presentó en la catedral se la encontró cerrada a cal y canto, lo que dio lugar a un interminable proceso que duró décadas y que, técnicamente hablando, jamás pudo darse por finiquitado.

sábado, 14 de julio de 2018

Oración del hombre nuevo

Concédeme, Señor,
SERENIDAD para aceptar las cosas que no puedo cambiar;
VALOR para cambiar lo que puedo;
SABIDURÍA para conocer la diferencia.

Revestiros del hombre nuevo” (Ef 4, 20-24)

jueves, 12 de julio de 2018

El engaño de la serpiente y la falsa libertad

En la raíz de todo pecado se halla la duda sobre Dios, la sospecha de que quizá no quiera o pueda hacernos felices: «¿Es tan bueno como dice ser? ¿No nos estará engañando?» «¿Con que Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?» (Gn 3,2), dice la serpiente (Lucifer) a Eva. Y cuando ella contesta que no es así, que solo del árbol que está en medio del jardín tienen prohibido comer para no morir, la serpiente siembra el veneno de la desconfianza en su corazón: «No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal» (Gn 3,4-5). En realidad, tras esta falsa promesa de libertad infinita, de autonomía absoluta de la voluntad (imposibles para una criatura), se esconde una gran mentira. Porque al intentar arreglárnoslas por nuestra cuenta, sin apoyarnos en Dios, aparece el cortejo del mal que nos esclaviza y encadena, porque nos impide ser felices con Dios. El pecado puede aparecer porque somos libres, vive de esa libertad, pero acaba matándola. Promete mucho y no da más que dolor. Es un engaño que nos convierte en «esclavos del pecado» (Rom 6,17). Por eso: «el mal no es una criatura, sino algo parecido a una planta parásita. Vive de lo que arrebata a otros y al final se mata a sí mismo igual que lo hace la planta parásita cuando se apodera de su hospedante y lo mata».

 Y si la fruta prohibida del Jardín del Edén no hubiese sido una manzana? 
 

En este engaño se sustenta la masonería y su gnosis, este es el pilar de su doctrina, así como el de las ideologías modernas que de ella derivan como el marxismo y la ideología de género. Ellos caen en la trampa de la serpiente, dejándose engañar por el padre de la mentira, cegados por la soberbia, la envidia y por un amor desmesurado hacia sí mismos, convirtiéndose así en servidores del maligno.



martes, 3 de julio de 2018

Chesterton contra Nietzsche

La timidez del pensamiento de Nietzsche

[Algunos] hablan como si el paso del tiempo supusiera cierta superioridad; de modo que incluso un hombre de fino intelecto afirma despreocupadamente que la moralidad humana no está nunca al día. ¿Cómo va a estar algo al día? Una fecha no imprime carácter. ¿Cómo vamos a decir que la celebración de la Navidad no es propia del día veinticinco de un mes determinado? A lo que se refería, claro está, el escritor es a que la mayoría va por detrás -o por delante- de su minoría preferida. Otros imprecisos pensadores modernos se refugian en metáforas materiales; de hecho, ésa es la marca de fábrica de los modernos imprecisos. Como no se atreven a definir su doctrina de lo que es bueno, recurren sin el menor reparo a figuras retóricas y, lo que es peor, lo hacen convencidos de que esas analogías baratas son exquisitamente espirituales y superiores a la antigua moralidad. Así, consideran muy intelectual decir que las cosas son “elevadas”, cuando en realidad es todo lo contrario: tan sólo una frase dicha desde un campanario o una veleta. “Tommy es un buen chico” es una proposición filosófica, propia de Platón o Aquino. “Tommy llevaba una vida elevada” es una burda metáfora extraída de la regla de los tres metros (Nota nº 2: Según la cual hay que saludar a cualquier persona que esté a menos de tres metros de nosotros).



En eso, dicho sea de paso, radica toda la debilidad de Nietzsche, a quien algunos tienen por un pensador fuerte y arriesgado. Es innegable que fue un pensador poético y sugerente, pero no era ni fuerte ni arriesgado. Nunca tuvo el valor de decir lo que pensaba con claras palabras abstractas, como hicieron Aristóteles, Calvino o incluso Karl Marx, que eran pensadores valientes e implacables. Nietzsche siempre escapaba a las preguntas con una metáfora del mundo físico, como haría un poeta menor. Dijo: “más allá del bien y del mal”, porque no tuvo el valor de decir: “mejor que el bien y que el mal” o “peor que el bien y que el mal”. Si se hubiese dejado de metáforas, habría visto que eso era un disparate. Así, cuando describe a su héroe, no se atreve a decir: “el hombre más puro”, “el hombre más feliz” o “el hombre más triste”, pues eso serían ideas y las ideas le asustan. Dice: “el hombre superior”, o “el superhombre”, que son metáforas físicas propias de acróbatas o de alpinistas. Nietzsche es un pensador muy tímido. En realidad, no tiene ni idea de qué hombre quiere que produzca la evolución. Y si él no lo sabe, desde luego los evolucionistas normales que dicen que las cosas son “elevadas”, tampoco.



Chesterton, Gilbert Keith. Ortodoxia

lunes, 25 de junio de 2018

Los deseos...

«Los deseos conducen a la permanente preocupación y decepción,
ya que todo lo que se desea de este mundo es miserable y corrupto.»

Marco Aurelio, Emperador Romano (121-180 d.c.).

jueves, 21 de junio de 2018

El pecado personal: ofensa a Dios, desobediencia a la ley divina

El pecado personal es un «acto, palabra o deseo contrario a la ley eterna». Esto significa que el pecado es un acto humano , puesto que requiere el concurso de la libertad, y se expresa en actos externos, palabras o actos internos. Además, este acto humano es malo , es decir, se opone a la ley eterna de Dios, que es la primera y suprema regla moral, fundamento de las demás. De modo más general, se puede decir que el pecado es cualquier acto humano opuesto a la norma moral, esto es, a la recta razón iluminada por al fe.
Se trata, por tanto, de una toma de posición negativa con respecto a Dios y, en contraste, un amor desordenado a nosotros mismos. Por eso, también se dice que el pecado es esencialmente aversio a Deo et conversio ad creaturas. La aversio no representa necesariamente un odio explícito o aversión, sino el alejamiento de Dios, consiguiente a la anteposición de un bien aparente o finito al bien supremo del hombre (conversio). San Agustín lo describe como «el amor de sí que llega hasta el desprecio de Dios». «Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cfr. Flp 2, 6-9)» (Catecismo, 1850).
El pecado es el único mal en sentido pleno. Los demás males (p. e. una enfermedad) en sí mismos no apartan de Dios, aunque ciertamente son privación de algún bien.

Fuente: Resúmenes de Fe Cristiana, de Jose Manuel Martín.

domingo, 17 de junio de 2018

La búsqueda del Santo Grial, la iniciación del caballero cristiano.

Resultado de imagen para la busqueda del santo grialEn La Búsqueda del Santo Grial, ciento cincuenta caballeros de la Mesa Redonda parten de Camelot dispuestos a superar todo tipo de peligros con tal de recuperar el cáliz llevado a Inglaterra por los descendientes de José de Arimatea y conservado en el castillo de Cobernic. De todos ellos, sin embargo, solo tres - Bors, Perceval y Galahad- conseguirán coronar la aventura, y de éstos sólo uno, Galahad, modelo de caballero cristiano en quien el ascetismo y la castidad se funden con la ayuda divina, llegará a conocer los secretos del Santo Grial. Galahad alcanza un nivel espiritual perfecto, digno de otro mundo, gracias a su vida intachable libre de pecado, a su devoción y a su conducta siempre recta durante las aventuras que va superando como caballero cristiano.

Otro de los caballeros más relevantes de la búsqueda es Lanzarote, un apuesto caballero de gran renombre, reconocido por todos como el mejor de los caballeros antes de la llegada de Perceval y Galahad. Lanzarote llega a ver el Grial, pero debido a su endurecimiento de corazón producido por el pecado, ni se da cuenta del valor que tiene lo que está viendo, su espíritu está encarcelado. Lanzarote se da cuenta de esto y sufre mucho, hasta que se encuentra con un monje con el cual se confiesa después de muchos años sin hacerlo y vuelve a encontrar a Dios.

La Búsqueda del Santo Grial es una obra literaria perteneciente al ciclo de leyendas artúricas conocido como el "ciclo de la Vulgata", llena de significado espiritual, de valores y lecciones para todo aquel que no está totalmente cegado por los antivalores de la sociedad postmoderna, es un imprescindible para los apasionados del medievo, de las órdenes de caballería y de la civilización cristiana.

martes, 12 de junio de 2018

En el mundo habrás de luchar

«Pero para ti, en el mundo está el campo de acción; en el mundo tienes que santificarte; en el mundo habrás de luchar hasta que la muerte destroce tu cuerpo para hacer posible su resurrección.
No entres en el mundo con miedo. Comienza tus dias con paso firme mirando al sol. No tengas miedo a la vida. Somos los amigos de la luz.
Nos preocupa el mundo y nada de él nos es despreciable. Ama a los hombres, ama a tu tierra, ama a tu cuerpo y tu juventud. Si ha de ser el compañero de tu alma ¿por qué olvidarlo?
Nada de cuanto ocurre en el mundo puede carecer de importancia para ti. El roce con el mundo te hará más hombre, te moldeará el carácter, te dará bríos. Más adelante santificarás el ambiente.
Un espíritu joven, combativo y optimista, lleno de empuje humano y de recia visión sobrenatural, transformará el ambiente con una facilidad que a muchos les dará pasmo.

 ... ¿Por qué despreciar esta tierra? ¿Por qué despreciar esta patria, si en esta tierra es donde los hombres se hacen santos? Aquí, en el mundo, fue donde Cristo, perfecto Dios y perfecto Hombre, quiso vivir treinta y tres años entre nosotros; aquí, en esta tierra que tanto dicen menospreciar algunos, quiso desarrollar su personalidad el Hombre que mayor personalidad ha tenido entre los hombres, y nadie existe ni vendrá, que se le pueda comparar.»


El valor divino de lo humano, Jesús Urteaga.

jueves, 31 de mayo de 2018

Militia est vita


Urbano II y la primera Cruzada



Este año se celebraron 923 años del discurso pronunciado por el papa Urbano II en el concilio de Clermont de 1095 donde en una proclama encendida y solemne llamó a los cristianos de occidente, ricos y pobres por igual a marchar en asistencia de los peregrinos que sufrían constantemente los ataques de las hordas musulmanas y que cada vez iban a más. También se lanzaban a auxiliar a sus hermanos ortodoxos en Bizancio contra la amenaza de la expansión musulmana, la cual se había hecho patente décadas antes.
Es en 1071 en Mazinkert donde el Imperio Bizantino sufre una derrota humillante a manos de los turcos selyúcidas, perdiendo el control de prácticamente todo su territorio al este del estrecho de los Dardanelos. Con su capital de Constantinopla directamente amenazada, la Ortodoxia griega decidió ignorar sus diferencias dogmaticas y políticas con el catolicismo romano y en marzo de 1095 llega a oídos de Urbano II su pedido de ayuda.
Para este papa responder a dicho llamado es una oportunidad perfecta; profundamente disgustado con la corrupción producida de la venta y compra de cargos eclesiásticos  así como de la administración de los sacramentos, Urbano pregonaba un regreso a las raíces monásticas y humildes de la cristiandad primitiva pero sin desviación doctrinal alguna (a diferencia de algunas herejías que hacían llamados parecidos para justificar sus despropósitos), el apoyo a las artes y el cuidado de los pobres y enfermos. Esta leve desconexión con los valores fundacionales del Cristianismo es provocada en parte debido a los estrechos lazos que muchos obispados tenían con el poder secular (léase los nobles locales), en contraparte existia una corriente de reformismo a la cual Urbano II estaba alineado, conocida entonces como las reformas benedictinas, en nombre de la orden religiosa que las pregonaba.
Otro problema que la guerra santa ayudaría a resolver era el conflicto interno, las luchas intestinas y eternas entre las nobleza medieval era algo intolerable para Urbano, pues representaba una violación de la Paz de Dios, que estipulaba el carácter piadoso de aquellos que no participaran en conflictos contra sus hermanos, el pueblo cristiano debía estar unido y redirigir toda su agresividad contra un enemigo externo e infiel era una buena forma de canalizar dicha belicosidad y frenar las luchas dentro de Europa, al menos temporalmente.
Esta lucha entre el poder clerical y el secular será parte de la tónica del Concilio de Clermont, donde entre otras cosas Urbano II excomulgará al rey Felipe I de Francia por casarse adúlteramente con una mujer también casada. Pero su discurso final será un llamado a la “raza de los francos” a luchar contra los musulmanes para recuperar Tierra Santa (Jerusalén), la proclama “Deus Vult” (Dios lo quiere) será el grito de batalla del papa a los peregrinos, prometiendo el perdón divino de los pecados:
“Que los que se hayan acostumbrado injustamente a librar una guerra privada contra los fieles ahora vayan en contra de los infieles y terminen con la victoria de esta guerra que se debería haber comenzado hace mucho tiempo. Que aquellos que durante mucho tiempo, han sido ladrones, ahora se conviertan en caballeros. Que aquellos que han estado luchando contra sus hermanos y parientes ahora luchen de una manera adecuada contra los bárbaros. Que aquellos que han estado sirviendo como mercenarios para la pequeña paga ahora obtengan la recompensa eterna. Que los que se han desgastado a ellos mismos en cuerpo y alma ahora trabajan para un doble honor”
Hoy por hoy, lo políticamente correcto es analizar las cruzadas como guerras libradas más por intereses políticos y económicos que por causas de la fe, algo muy alejado de la realidad. Sin embargo nadie puede negar su impulso religioso, especialmente en esta primera instancia, es genuino, por primera vez hay un elemento común que une a los diversos elementos dispares de las sociedades medievales europeas, en una era violenta como la transición entre la Alta y Baja Edad Media, la búsqueda de un enemigo doctrinal externo era posiblemente la mejor apuesta para lograrlo, aprovechando la frágil situación por la que pasaban los peregrinos y Bizancio. Así fue como la era de las Cruzadas comenzó, una nueva etapa en la que los europeos terminarían un largo proceso interno, conformándose un fuerte lazo de unión entre los diversos pueblos europeos, para empezar a mirar hacia afuera, hacia lo foráneo y desconocido, como la tierra de la oportunidad para el prestigio, la gloria y para algunos, la absolución. ¿Podría ser este el primer respiro del espíritu aventurero y defensivo que Europa adoptará en siglos venideros? Seguramente, puesto que la historia siempre tiende a repetirse. Las cruzadas en defensa de la Cristiandad pese a la mala imagen que se les ha dado en los últimos siglos por parte de los enemigos de la Iglesia y a veces incluso por parte de algunos de los nuestros,actuando como verdaderos traidores por causa de la ignorancia y de la ingenuidad, sirvieron para unir Europa más que nunca, así como para alcanzar un alto nivel espiritual que se hacía patente en todos los estratos sociales.

Fuente:
Jornalesdelahistoria.wordpress.com
Anotaciones del Caballero de Occidente

domingo, 27 de mayo de 2018

Ocultismo y paganismo "nazi", ariosofía, esoterismo, la new age y su relación con la masonería.

Durante los últimos tres siglos han utilizado diversas "creencias o religiones pantalla" inventadas por miembros de la masonería para captar posibles seguidores y futuros miembros potenciales, así como para ofrecer una introducción a la doctrina de la masonería disimuladamente y dirigir la sociedad hacia el sincretismo religioso anticristiano. 

Entre estas corrientes criptomasónicas cabalísticas estarían los diferentes estilos esotéricos del siglo XIX y principios del XX como la teosofía (basada en el hinduísmo), el ocultismo (incluído el pseudonazi), y las vertientes new age, paganas y esotéricas durante el siglo XX. La new age actualmente es su punta de lanza, con una gran difusión desde los años 90 del pasado siglo (reencarnación, energías, chakras, meditación, etc).



Todas estas creencias al igual que la masonería, se basan en la gnosis (gnosticismo). En la gnosis se dice que la salvación viene por uno mismo, se promete que mediante la iniciación se irán adquiriendo cada vez más conocimientos secretos convirtiéndose así en individuos muy superiores al humano medio, los cuales son vistos como profanos, alimentando así la soberbia y el ego de los posibles futuros iniciados, haciéndoles creer que son elegidos, que se convertirán en semidioses en sus fantasías. Ese es su señuelo, se aprovechan de la debilidad del ser humano, de su egocentrismo y ansias de vanidad, de su curiosidad por el misterio. 

Es puro marketing por el cual se capta a la gente a base de adularlos y darles algo con gancho, buscando satisfacer la parte perversa del alma humana. 

En realidad, los "iniciados" no se convierten en seres superiores en ningún momento ni obtienen poderes sobrenaturales, simplemente alimentan su ego y en algunos casos llegan a creerse que son auténticos "gurús", alimentados por la vanidad que le proporcionan cientos o miles de seguidores. Si están dentro de la masonería o alguna secta similar, van conociendo con detalle la organización y sus fines, mientras que se les da la esperanza de que están cada vez más cerca del secreto espiritual más importante del gnosticismo y de la masonería, el cual, por supuesto es un fraude. 

Como sucedió con la manzana que la serpiente ofrece a Adán y Eva, por la cual Satanás les ofrecía un gran conocimiento oculto que según él, Dios no quería que tuvieran porque se convertirían en dioses... En realidad esa manzana solo los llevó al pecado, a su propia condenación, engañados por el demonio que siempre busca arrastrar a los demás hacia el mal. Todas las personas que se dejan arrastrar por estas creencias ocultistas y gnósticas, guiados por la soberbia y la vanidad, o simplemente para subirse la autoestima, sirven al mal sin darse cuenta.


Lucifer es Satanás, por muchos cuentos que se hayan sacado de la manga para dulcificar su imagen desde la new age y la masonería. Lo intentan camuflar de mil formas, pero la "glorificación del hombre" que buscan todas ellas, la salvación por "uno mismo" (porqué nosotros somos lo más, más que Dios, según ellos... humildad cero). El rechazo más o menos contundente de Dios, es una muestra de soberbia y vanidad en cantidades industriales, y esto es lo que les delata como servidores del mal, aunque muchos cegados por esa borrachera de ego, nunca llegan a darse cuenta.


Resultado de imagen para teosofia 
Símbolo de la Teosofía, fundada por Blavatsky, de carácter sincrético, gnóstico y ocultista, 
directamente relacionada con la masonería, y precursora de la ariosofia y la new age. Formó parte de una logia masónica adscrita, exclusiva para mujeres en USA.


Propagando estas creencias gnósticas camufladas, en ambientes abiértamente anti masónicos, mezclando medias verdades con mentiras, buscan corromper a su enemigo para que acabe incluso trabajando para ellos sin saberlo, o como mínimo para que su lucha contra las políticas de la masonería, es decir contra las políticas del marxismo cultural, sea mucho menos eficaz. 

El verdadero dios y maestro tanto de la masonería como de estas creencias ocultistas es lucifer, aunque esto pocas veces lo dicen abiertamente por las connotaciones negativas que suele tener. En los círculos masónicos se le llama "gran maestro" mientras que Dios para ellos es alguien poco relevante, el Todo, lo que dió el primer impulso a la creación y nada más, en el mejor de los casos. Ellos aseguran que lucifer es bueno, el portador de la luz, y no Satanás como dice la biblia, pero esto se desmonta por si solo cuando nos damos cuenta de que los fines de su Lucifer son los mismos que los de Satanás, es decir rebelarse contra Dios (al que tachan de malvado, cambiando las tornas) para ser igual de poderoso que él, de igual a igual, un auténtico desafio a Dios haciendo gala de una soberbia y envidia tremendas, lo cual es sinónimo del mal por si mismo. 

Alguien que se guía por la soberbia y la envidia, que no acepta órdenes de nadie ni autoridad  espiritual alguna, es malvado por definición (este principio es aplicable igualmente a las políticas del marxismo cultural que es la expresión terrenal por excelencia de las creencias luciferinas). 

Por ello, lo que hacen es comportarse de manera totalmente contraria a las enseñanzas cristianas del evangelio empezando por lo de "la verdad debe ser rebelada a todos por igual". Invierten los valores, emulando esa rebelión luciferina, para acabar con todo lo que provenga de Dios, de ahí que propaguen actualmente desde la masonería la ideología de género, o en el pasado la lucha de clases y el ateísmo. 

Usan todos los medios que sean necesarios para acabar con la ley natural, para destruir el orden: su fin último es poner el mundo del revés, para según ellos "liberar" al hombre. Acaban situándose por encima del bien y del mal, como los gurús hindúes o los antiguos cátaros, promoviendo así el relativismo moral. Además manipulan y confunden la biblia, ya que en ésta se dice claramente que Lucifer era un ángel bueno que se dejó llevar por una soberbia extrema y se rebeló contra Dios, que es cuando cayó por su pecado. Después de su fracaso, lleno de odio y poseído por la envidia, se transformó en Satanás... Esto los masones, los ocultistas y los gnósticos en general, no lo mencionan en ningún momento, en su lugar cuentan la historieta mencionada un poco más arriba; omiten esto intencionadamente porque no quieren creérselo, no les interesa, ellos son soberbios y vanidosos y quieren seguir siéndolo.

Hay muchos escritos de esoterismo de post guerra alineado para con la llamada tercera vía afín al fascismo y al nacionalsocialismo, que de principio a fin son un cúmulo de creencias masónicas. Solamente hay que leer un ejemplar del Kybalion o textos de cualquier web oficial de logias masónicas para comparar y darse cuenta de ello; su máximo referente está en el ocultismo pseudonazi y su precursor Guido Von List (el cual bebió diréctamente de la teosofía y de la masonería) que creó la llamada "ariosofía" a partir de una mezcla entre ocultismo cabalístico y la simbología del paganismo germánico. 

Dichas creencias se presentan como si no tuvieran nada que ver con la masonería, para que el lector poco formado en estas lides caiga en la trampa. Ocurre lo mismo con con el esoterismo actual y el ocultismo en general, el cual pocas veces relacionan con la masonería, (con toda la astucia del mundo) para no asustar al interesado. Todos estos textos olvidan que en los regímenes fascistas se prohibió la masonería y también las organizaciónes esotéricas u ocultistas, como por ejemplo, la archiconocida Sociedad Thule.

 

VRIL: The Power of the Coming Race - Bulwer-Lytton, Edward: 9781469915821 -  IberLibro

 Los escritores antinazis y los Mass Media siempre han alimentado esa faceta esotérica-ocultista
que atribuyen excesivamente al III Reich.

 

Hablando de la Thule, se ha exagerado interesadamente por los propios enemigos del III Reich su influencia en éste y en Hitler, para darle una imagen de oscuridad y maldad. A efectos reales, los únicos personajes relevantes del III Reich influenciados por la Sociedad Thule y el paganismo germánico ocultista fueron Hess y en menor medida Himmler (el cual acabó traicionando a Hitler), todo lo demás son manipulaciones y fantasías sin fundamento que van en contra de las propias declaraciones y acciones gubernamentales de Hitler, que era católico no practicante.

Hitler llegó a decir sobre los paganos ocultistas lo siguiente: "Estas personas que sueñan con el heroísmo de los antiguos germanos, con sus armas primitivas, como hachas de piedra, lanzas y escudos - escribió Hitler - son en realidad los más cobardes. Conocí demasiado bien a esa gente para no sentir el mayor asco por estos comediantes... Especialmente cuando se trata de reformadores religiosos a base de germanismo antiguo, tengo siempre la impresión de que han sido enviados por aquellas instituciones que no quieren el renacimiento de nuestro pueblo" (Mein Kampf - Hitler).

Sabottendorf, fundador de la Thule y otros tantos de su cuerda fueron perseguidos por el III Reich, cosa lógica, teniendo en cuenta las declaraciones de Hitler sobre ellos. El propio Hitler dió a entender con sus acciones que con los años se dió cuenta de que esas creencias que compartieron algunos de sus camaradas estaban profundamente influenciadas por la doctrina masónica, de ahí que las prohibiera; el mismísimo Himmler tenía que guardarse sus creencias para su círculo más cercano dentro de las SS, que no pasaba de unas pocas decenas de miembros. 

En la absoluta mayoría de cuerpos de las SS, incluyendo su rama militar, las Waffen SS, lo pagano se reducía a unos cuantos símbolos que se usaban por formar parte de la herencia cultural germánica, siendo sus miembros y soldados, protestantes o católicos por norma general.

En un nivel de seriedad y profundidad menor, la masonería hizo lo mismo con las creencias new age que provienen de la teosofía, creada por Blavatsky y Henry Steel Olcott, que pertenecieron a la masonería, así como la Wicca pagana y sus vertientes, que fue inventada por el masón y judío Gerald Gardner. Todas estas pseudo-religiones tienen algo en común, y es que se basan parcialmente en la gnosis y el sincretismo panteísta además de compartir cierta simbología satánica, la cual intentan restaurar como si no fuese algo maligno, vendiéndolo como algo mágico y bueno para que no cause rechazo (ejemplos de esto serían el baphomet basado en el antiguo dios celta Cernunnos o la estrella de cinco punta de la cábala). Mediante estas pseudo-religiones pantalla, las distintas masonerías logran captar seguidores potenciales que se podrán convertir en futuros miembros si siguen la senda marcada, ofreciendo disimuladamente una introducción a la doctrina de la masonería.

 Resultado de imagen para dios cernunnos
 Cernunnos, dios celta bastante controvertido por los sacrificios humanos y animales que se le ofrecían, actualmente usado por el movimiento Wicca. 
 
 
Amazon.com: Badge Button Baphomet Satan Devil Sabbat Goat Eliphas Levi  Occult Evil 666 Demon: Everything Else
 
 Baphomet reverenciado por la masonería, el esoterismo ocultista y sus derivados, que representa a Lucifer. Por mucho que intenten dulcificarlo alegando que su mala fama se debe a las críticas de la Iglesia, su aspecto repulsivo y andrógino totalmente contrario a la belleza, lo delata como símbolo satánico y maligno.


Además, con estas creencias consiguen llevar a la sociedad hacia el sincretismo religioso, que es uno de los fines que persiguen, crear una religión de esencia masónica y sincrética, apta para todos, en la que se sustituya a Dios y a Cristo, por el Gran Arquitecto y Lucifer, bajo varias denominaciones más o menos amistosas. Varias ramas del protestantismo formaron parte de este plan como etapa previa, no debemos olvidar que la masonería fue creada por protestantes en su gran mayoría, con la ayuda de judíos jasídicos versados en la Cábala, al igual que su antecesora la orden Rosacruz.

Todas estas creencias tienen otro punto en común de gran relevancia, sus ataques al catolicismo y a la iglesia romana, amparándose en la leyenda negra promovida por protestantes y judíos, así como por toda la propaganda anticatólica paganizante y panteísta de la ilustración masónica liberal.

Una cita de San Agustín sintetiza con gran acierto en un par de líneas esta lucha entre el catolicismo y las creencias luciferinas ocultistas:

«Dos amores hicieron dos ciudades. El amor de sí mismo, hasta despreciar a Dios, hizo a la ciudad terrenal, el amor de Dios, hasta despreciar a sí mismo, hizo la ciudad celestial.» 

Como conclusión, podemos decir que no existe una gnosis buena y otra mala, un esoterismo bueno y otro malo, todos sirven al mismo amo, al maligno, en mayor o menor medida, unos diréctamente y otros indiréctamente, la mayoría sin saberlo. El Catolicismo en cambio, se basa en valores nobles, sirve al bien, la verdad y la justicia, además de tener más y mejores vías de acceso para la vida espiritual.

Caballero de Occidente

Bibliografía
La masonería invisible, de Ricardo de la Cierva.
Iglesia y masonería, las dos ciudades, de Dr. Alberto Bárcena.
Las constituciones de Anderson.
Los protocolos de los sabios de Sion.
El Génesis, primer libro de la Biblia.
Porqué dejé de ser masón, de Serge Abad Gallardo.

miércoles, 23 de mayo de 2018

domingo, 20 de mayo de 2018

A los hipócritas que alardean de sus buenas obras

«Cuando des limosna, no vayas tocando la trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las calles y en las sinagogas, para ser alabados de los hombres; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa».
«Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas.»
«Cuando ayunéis, no aparezcáis tristes como los hipócritas.»
Son tres pasajes del mismo punto de Mateo (VI, 2, 5 y 16).

El valor divino de lo humano, Jesús Urteaga.